La comunicación asertiva en el trabajo es un pilar del éxito profesional.

¿Cómo lograr una comunicación asertiva en el trabajo?

La comunicación asertiva en el trabajo está vinculada a una amplia gama de beneficios. En esta ocasión, veremos qué es la comunicación asertiva y cómo lograrla eficientemente.

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Tipos de comunicación

Una de clasificación de los tipos de comunicación que se relaciona con el tema que te presentamos es la siguiente:

  • Comunicación pasiva;
  • Comunicación agresiva, y
  • Comunicación asertiva.

En cada conversación, tu estilo de comunicación puede facilitar o dificultar que la otra persona entienda lo que quieres decir.

Desafortunadamente, puedes sufrir las consecuencias si no sabes qué estilo de comunicación utilizar en un momento dado, y cómo hacerlo, lo que puede conducir a ofender accidentalmente a otras personas o a que se produzcan malentendidos.

Por ejemplo, la comunicación agresiva puede ser un obstáculo para entablar relaciones sólidas (ya sean laborales, amistosas o amorosas) porque nadie puede disfrutar de la compañía de alguien que constantemente discute, juzga y no permite que otros compartan libremente su opinión.

Mientras tanto, la comunicación pasiva suele conducir a que la persona no se sienta escuchada y frecuentemente sea mal entendida.

Aunque con la comunicación de tipo pasivo es más probable que otras personas socialicen contigo (en relación a la comunicación agresiva), tampoco es la más recomendable por las razones que acabamos de explicarte.

Por otro lado, está la comunicación asertiva. Esta puede ser entendida como el estado de equilibrio entre la comunicación agresiva y pasiva.

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¿Qué es la comunicación asertiva?

La comunicación asertiva se puede definir como la capacidad de interactuar con otras personas considerando tanto los derechos y opiniones propios como los ajenos. Asimismo, comprendiendo que estos derechos y necesidades también tienen límites en ambas partes.

La asertividad es una manera eficaz de expresar el desacuerdo con una opinión, concepto o situación particular sin iniciar una confrontación.

Los comunicadores asertivos pueden defender sus ideas y derechos, o los de los demás, con honestidad y elegancia, de manera que se mantenga el respeto y se reduzcan los conflictos interpersonales.

Tales ventajas de la comunicación asertiva la hacen ideal para el trabajo y un factor fundamental para interactuar eficazmente y convivir con los demás.

De hecho, algunas empresas buscan empleados que tengan la comunicación asertiva entre sus competencias profesionales.

Por supuesto, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Puede ser difícil desarrollar la asertividad y no caer impulsivamente en los otros dos estilos de comunicación.

Por suerte, existen técnicas inteligentes y eficientes para mejorar tu habilidad de comunicación asertiva en el trabajo.

8 técnicas eficientes para practicar y mejorar tu estilo de comunicación asertiva

Estas son algunas técnicas que puedes utilizar para desarrollar conductas y estilos de comunicación más asertivas:

1. Básate en los hechos para expresar lo que no te gusta

Cuando te encuentres con alguien que tiene un comportamiento que te gustaría cambiar, apégate a los hechos en lugar de emitir juicios.

Por ejemplo, imagina que tu compañero de trabajo, que usualmente llega tarde, tiene un retraso de 20 minutos en la cita que habían programado (presencial u online, si se trata de un trabajo en línea).

En un caso así, la reacción agresiva e inapropiada sería: “¡Eres irrespetuoso y desconsiderado! Siempre llegas tarde”. En cambio, la respuesta asertiva sería: “Se suponía que nos debíamos ver a esta hora, pero has llegado 20 minutos tarde, ¿qué ha sucedido?”.

Nunca asumas que sabes cuáles son los motivos de la otra persona para comportarse de manera que consideras inapropiada.

En esta situación imaginaria, no asumas que tu compañero de trabajo llegó tarde a propósito porque valora más su propio tiempo que el tuyo o porque no quería ir en absoluto.

2. Di no más seguido

Para tener un comportamiento más asertivo y comunicarte de esta forma, tendrás que controlar tu necesidad de complacer a todos y de hacer tu trabajo completamente de acuerdo con sus expectativas.

Esto implica rechazar cosas que pienses que no son adecuadas para ti, que son incorrectas o injustas, y explicar exactamente por qué las rechazas.

La palabra clave en este caso es “porque”. Si das razones sólidas y explicas con determinación los motivos por los que no quieres hacer algo, tus interlocutores aceptarán con mayor facilidad que les des una respuesta negativa. Y al mismo tiempo te sentirás mucho mejor contigo mismo.

3. No juzgues ni exageres

Ser objetivo acerca de lo que no te gusta sobre el comportamiento de otras personas, sin juzgar ni exagerar, es importante para mantener relaciones sanas y ser más asertivo.

Lo mismo ocurre para describir tu propio comportamiento. No exageres, juzgues ni etiquetes algo que hiciste y que consideres que está mal hecho.

4. Cuida tu tono de voz

El autocontrol es una de las habilidades que debes desarrollar para ser tener asertividad.

Cuando hables, tu voz debe estar relajada y debe sonar y sentirse tranquila.

Naturalmente, controlar tu voz toma algo de tiempo, al igual que ocurre con cualquier otra nueva habilidad que quieras desarrollar para potenciar tu crecimiento profesional.

5. Utiliza más el “yo” en tus conversaciones

Cuándo comienzas una oración con “tú”, parece que estás emitiendo un juicio o un ataque y pones a los demás a la defensiva.

Al contrario, si empiezas con “yo”, el enfoque se centra más en cómo te sientes y cómo te ves afectado por el comportamiento de tu interlocutor.

Además, te permite demostrar un mayor control de tus reacciones y menos culpa, lo que ayuda a minimizar la actitud defensiva de la otra persona, fomenta el acto de asumir la responsabilidad y permite que ambos tengan una relación más positiva.

Por ejemplo, en lugar de decir: “¡Tienes que dejar de hacer eso!”, puedes decir: “Me gustaría que detuvieras eso”.

Recuerda que, cuando estés en medio de una discusión, debes escuchar las ideas y preguntas de los demás, y nunca cerrarte en ti mismo. Es crucial que intentes comprender el punto de vista de las otras personas.

6. Presta atención a tu lenguaje corporal

Por lenguaje corporal nos referimos a la comunicación no verbal, es decir, la postura, el contacto visual, las señales de escucha y las reacciones.

Tales acciones debes realizarlas sin ninguna intención de agresividad o de pasividad.

La agresividad hará que la otra persona se ponga a la defensiva, mientras que la pasividad hará que se sienta ignorada.

Por otra parte, mantener el contacto visual te ayudará a permanecer concentrado en la conversación.

También te permitirá transmitirle a la otra persona que estás involucrado y que te interesa lo que dice.

7. Concéntrate en la conversación

Otra excelente técnica para una comunicación asertiva que conduzca a mejores relaciones es ser consciente, en todo momento, de lo que la otra persona está queriendo transmitir.

Intenta dejar de lado los problemas del pasado o que tu mente se distraiga. Mantener la concentración en la conversación presente demuestra respeto por el otro y te permite dar respuestas adecuadas y asertivas.

Cuando estés en medio de una conversación, ignora los estímulos exteriores, enfoca tu atención en la persona con la que te estás comunicando y escucha activamente todo lo que tiene que decir.

8. Mantén tus emociones bajo control

Para la mayoría de las personas, el conflicto es difícil.

Aunque los sentimientos de enojo, tristeza o frustración son comunes, pueden obstaculizar la resolución de conflictos.

Si te sientes demasiado emocional antes de una conversación, espera un poco, si es posible, y trata de mantener la calma.

Luego, cuando sea el momento de hablar, mantén tu voz firme y uniforme.

Beneficios de la comunicación asertiva en el trabajo

Mejor comunicación

Tener un comportamiento asertivo es mejor para todas las partes. Si te comunicas de esta manera, puedes tener un resultado positivo en cualquier interacción y dejar satisfecha a la otra persona.

Disminuye el estrés

La comunicación agresiva, y en menor medida la pasiva, son estresantes, ya que una de las personas involucradas termina sintiéndose amenazada, disminuida o humillada.

No obstante, con la comunicación asertiva reconoces los deseos, ideas y sentimientos de la otra persona mientras compartes abiertamente los tuyos y ambas partes tratan de encontrar la mejor solución para la situación.

Mayor confianza de los demás hacia ti

La confianza es un elemento fundamental en las relaciones personales y laborales, y ser una persona asertiva te ayuda a que las personas confíen más en ti.

Al contrario, la comunicación pasiva hace que los demás no te tomen en serio, mientras que la agresiva suele generar resentimiento.

Ser una persona confiable se logra mediante una comunicación asertiva y, por supuesto, de acompañar tu comunicación con los actos que respaldan lo que hayas acordado.

Aumenta tu autoestima

Cuando interactúas con los demás sin preocuparte por lo que sienten o piensan y ocultas tus sentimientos, indirectamente estás disminuyendo tu autoestima o construyéndola sobre la base equivocada.

Sin embargo, la comunicación asertiva te permite ser lo suficientemente valiente como para defender tus opiniones personales y tener el control de lo que dices y, más importante, de cómo lo dices.

Detalles que acompañan la comunicación asertiva

La comunicación asertiva está acompañada de distintos detalles y complementos, como:

  • Contacto visual directo: sirve para que el interlocutor no se sienta intimidado;
  • Tono de voz: este debe ser fuerte, pero no agresivo. Hay que evitar alzar la voz;
  • Postura: se debe alcanzar un equilibrio entre parecer demasiado agresivo y demasiado débil;
  • Expresión facial: es vital no demostrar ansiedad, irá o temor;
  • Claridad y honestidad: hay que usar palabras específicas que comuniquen claramente lo que queremos decir;
  • Momento adecuado: hay que estar atento al entorno y tener conciencia para conversar en el momento adecuado. Por ejemplo, pedir un aumento de sueldo en medio de una importante reunión de negocios probablemente no sea bien visto;
  • Sin amenazas: no se debe amenazar ni culpar a la otra persona;
  • Sin críticas: es importante que no te critiques a ti mismo (“Soy demasiado sensible”) ni a las otras personas (“¿Por qué eres tan lento para trabajar?”).
  • Positivo: una solicitud hecha de forma positiva tiene muchas más probabilidades de ser eficaz que una petición negativa.

Formas de fomentar el comportamiento y la comunicación asertiva en el trabajo

La asertividad en el entorno laboral es fundamental, ya que, cuando tiene éxito, permite que los gerentes y empleados transmitan claramente sus necesidades y deseos sin parecer groseros o desconsiderados.

Aunque practicar la comunicación asertiva no garantiza que siempre obtendrás lo que pides, aumenta la probabilidad de lograr un resultado positivo.

Dicho esto, estas son algunas de las cosas que puedes hacer para tener un lugar de trabajo más asertivo, tanto si eres un empleado como si eres dueño de la empresa:

  • Realizar solicitudes directas y claras;
  • No pedir disculpas por querer recibir un trato más equitativo;
  • Contratar gerentes asertivos que sean directos y honestos sin negar los derechos de los demás;
  • Conversar en privado con un supervisor si consideras que otro compañero de equipo no está haciendo su parte del trabajo;
  • Evitar tácticas agresivas, como exigir un aumento en lugar de pedirlo;
  • Tómate el tiempo para aprender a qué tienes derecho y qué es aceptable;
  • Conoce cuáles son tus límites con respecto a las horas que trabajas;
  • Reconoce lo valioso que eres, valórate como empleado y como persona, y considera cuáles son tus fortalezas en tu trabajo y lo que aportas a la empresa.

Practicar y desarrollar tus habilidades de comunicación asertiva en el trabajo puede requerir algo de tiempo.

Tómalo como un desafío, empieza a aplicarlo con tus seres queridos y observa cómo se van presentando beneficios a medida que vas mejorando: disminución en las discusiones, un ambiente más positivo y tranquilo, menos estrés, un aumento en tu confianza y autoestima, entre otras cosas.

Cuando sientas que ya estás algo preparado, puedes empezar a hacerlo en tu empresa.

Aparte de la comunicación asertiva en el trabajo, desarrollar tus habilidades creativas y de innovación puede impulsar tu carrera al siguiente nivel.

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