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¿Quieres realizar un curso virtual, pero tienes dudas? Conoce aquí 5 mitos y 5 realidades sobre estudiar online

En medio de diversos mitos y realidades sobre las ventajas y desventajas de estudiar online, en los últimos años han nacido numerosas plataformas especializadas en formación virtual, a las cuales se han sumado prestigiosas universidades de todo el mundo con programas en línea. Gracias a ello, la educación digital ha ganado terreno y hoy se encuentra una gran oferta académica que, impulsada con atractivos planes de financiación, se han encargado de masificar la formación online, hasta el punto de traspasar las fronteras.

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    Pese a ello, aún existen temores y mitos sobre las bondades de estudiar online. Si en tu caso ya has visto un programa atractivo que se ajusta a tu perfil y proyecciones profesionales, pero aún estás inseguro/a, con este blog conocerás 5 mitos y 5 verdades sobre la educación virtual que te ayudarán a aclarar tu mente y tomar la decisión más adecuada para tu futuro.

    Mitos:

    1. El estudio online es para personas perezosas: se suele creer que debido a la estructura de un curso online y características como la flexibilidad, son las personas perezosas las que prefieren esta modalidad. Sin embargo, este es uno de los principales mitos que hay que desvirtuar, pues la educación virtual demanda de compromiso para repasar las temáticas en el tiempo libre; desarrollar las actividades que deja el profesor o prepararse para participar en foros y debates.
      De la mano de este mito también se dice que los cursos online son para personas asociales porque los usuarios no comparten un mismo espacio físico. Pero es todo lo contrario porque las plataformas académicas buscan crear comunidades de aprendizaje que, en muchos casos, son multiculturales gracias a que participan estudiantes de diferentes países.
    1. Se puede hacer trampa y engañar a los profesores: desde la perspectiva de la academia, esta es una de las principales preocupaciones de estudiar online, porque hay evaluaciones y trabajos que se hacen sin la supervisión física de un tutor. Sin embargo, ya se han desarrollado numerosas herramientas como las webcams, detectores de plagio y los sistemas de monitoreo que permiten prevenir la trampa y obtener una mejor integridad académica.
    2. Es mucho más fácil, solo tengo que leer y me queda más tiempo libre: este mito se desmorona bajo el argumento del primer punto, pues aunque los cursos son flexibles y se pueden realizar durante el tiempo libre, de igual forma demandan compromiso para preparar los trabajos prácticos y estudiar para las evaluaciones que, como ya vimos en el punto anterior, tienen mecanismos que evitan el fraude. De esa manera, será necesario que el estudiante se prepare con la misma rigurosidad que lo haría para una clase presencial.A esto se suma que, aunque la lectura es un componente importante, en muchos cursos la evaluación final consta de un trabajo práctico y sustentado que permite ejercitar todo lo aprendido en clases.
    1. Lo que quiero estudiar no se puede aprender en línea: aunque la educación virtual enfrentó en su momento el reto de la infraestructura necesaria para ofrecer diferentes materias, ese es un tema del pasado. Y pese a que la práctica de algunas profesiones como medicina, enfermería, música y deportes sigue siendo vital para alcanzar una formación adecuada, también se han dado pasos en ese frente. De hecho, ya desde 2014 el periódico El País de España recapitulaba varias instituciones que ofrecían programas virtuales en estas áreas.Algunas de las instituciones más prestigiosas, como la Universidad Europea de Madrid y La Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, utilizan simuladores 3D, videos y otras herramientas para dictar clases de los programas de enfermería incluso en el programa de maestrías.
    1. Mi cartón no tendrá validez: tradicionalmente se creía que las empresas solo estaban interesadas en los egresados universitarios y que los títulos o certificados de cursos en línea no tenían validez. Sin embargo, hace tiempo que multinacionales como Google, Apple e IBM no exigen un título profesional y, por el contrario, priorizan el conocimiento especializado y la experiencia de sus trabajadores.Glassdoor, un portal especializado en la búsqueda de trabajos en el sector tecnológico, realizó a finales de 2018 un análisisen el que identificó otras 12 compañías internacionales que están contratando personal con conocimiento especializado y formación inferior a cuatro años. Algunas de las más destacadas son Ernst and Young, Penguin Random House, Costco Wholesale, Whole Foods, Hilton, Publix, Starbucks, entre otras.

    Verdades:

    1. Son mucho más flexibles: ¡Así es! Los cursos online se basan en una estructura flexible que les permite a muchos empleados poder estudiar en sus tiempos libres o durante las noches, luego de la jornada laboral. Esto les abre las puertas a un mayor número de personas para que puedan acceder a los programas y seguir preparándose profesionalmente.
    2. Son contenidos especializados y focalizados en la necesidad del mercado laboral: como ya lo vimos en el punto cinco de los mitos, las compañías están buscando personas con conocimiento en áreas muy especializadas. De hecho, gracias a la revolución digital y las carreras que ganan fuerza para el futuro, algunos cursos como desarrollo web y de aplicaciones, big data, seguridad informática, marketing, entre otros, son cursos que han ganado mucho auge.
    3. Se requiere de mayor organización, constancia y automotivación: una realidad de los cursos virtuales es la alta tasa de deserción de los programas que, en su mayoría, se da por la falta de compromiso de los estudiantes. Es por ello que, si tomas la decisión de hacer un curso virtual, la organización, constancia y automotivación serán factores clave para que la formación sea un éxito. El proceso de aprendizaje no puede depender solo del profesor y el programa académico.
    4. Hay que tener un dominio básico de tecnología e informática: aunque uno de los mitos es que se requiere de un profundo conocimiento en tecnología, lo cierto es que sí es necesario saber de informática básica para interactuar con la plataforma, navegar en internet y poder desarrollar trabajos en el paquete de programas de Office. De allí en adelante, el nivel de conocimiento dependerá del curso por el que se opte.
    5. Puedes practicar y anexarlo a tu portafolio: una de las ventajas de hacer cursos en línea es que puedes poner en práctica lo aprendido en clase, para la presentación de tus trabajos finales. Si te esfuerzas y logras un buen producto final, podrás anexarlo a tu portafolio. Esto le sumará puntos a tu CV a la hora de buscar un nuevo trabajo.

    ¿Preparado? ¡Adelante!

    Luego de despejar un poco el panorama sobre los mitos y realidades de estudiar online, esperamos que tengas más claro tu norte y te animes a comenzar ese curso que tanto te llamó la atención. Y si deseas explorar más opciones para certificarte, visita Next U, conoce nuestras diferentes escuelas y escoge el programa que mejor se ajuste a tu perfil.

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