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¿Qué es DevOps?
En el entorno tecnológico, DevOps es un término de uso común que se refiere a métodos aplicados para la transformación digital. Pero más allá de este concepto hay mucho por explicar, ¡Veamos de qué se trata!
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¿Qué es DevOps?
Empecemos por definir DevOps. Se trata de la combinación de los términos en inglés development (desarrollo) y operations (operaciones). Tiene tres principios básicos:
- Colaboración;
- Comunicación;
- Integración.
De esta manera, los roles que tradicionalmente han permanecido aislados, como las operaciones IT, ingeniería y seguridad, se integran para ofrecer una mejor experiencia a los clientes.
Además, permite lograr productos y servicios de calidad haciendo más efectivo el uso del tiempo.
También se puede definir como un conjunto de prácticas que se aplican en el software y en las operaciones IT para:
- Lograr la evolución tecnológica;
- Desarrollar aplicaciones en menor tiempo;
- Alcanzar una comunicación más fluida.
¿Qué es DevOps Engineer?
La importancia que ha cobrado esta forma de desarrollo de software llevó a la profesionalización del área. Es así como nacen los DevOps Engineer o los ingenieros de operaciones.
Es una de las profesiones más nuevas en el campo de la informática, ya que surgió apenas en el año 2009. Pero también es una de las carreras que experimenta mayor demanda, debido a que las empresas comprenden cada vez más la importancia de sumarse a la filosofía DevOps.
Los profesionales del área se encargan de incorporar los procesos y metodologías durante el ciclo de vida del desarrollo de un software. Trabajan en conjunto con los desarrolladores de software y el personal de IT.
Aunque esta práctica lleva a que los miembros de cada equipo tengan el mismo objetivo, la realidad es que siempre tendrán habilidades diferentes y el DevOps Engineer se encarga de engranar esas destrezas en función de las necesidades de la empresa.
Por ejemplo, los desarrolladores incorporan características nuevas a una aplicación y los equipos de operaciones tienen la función de estabilizar la app para luego ponerla en línea.
El DevOps Engineer unifica ambos procesos para la gestión de la aplicación. Esto solo es posible cuando se entiende el ciclo de vida, la filosofía DevOps, las prácticas aplicadas y las herramientas usadas.
En otras palabras, el ingeniero de operaciones reduce la complejidad de los procesos.
¿Qué hace un DevOps?
Las funciones que se aplican en DevOps varían de acuerdo a las necesidades de la empresa. Sin embargo, podemos mencionar algunas de sus tareas comunes como:
- Configuración masiva;
- Instalación de aplicaciones y desarrollo móvil;
- Aprovisionamiento de la infraestructura;
- Aplicación de sistemas de seguridad informática, entre otros.
También se desarrollan las prácticas con las que los procesos manuales pasan a ser automatizados. En este punto, el profesional no solo es responsable de diseñar el cambio, sino también del mantenimiento de códigos para que el plan sea efectivo y perdure en el tiempo.
Metodología DevOps
Actualmente, existen diferentes metodologías DevOps que pueden aplicarse en una compañía. Los objetivos siempre serán lograr la transformación digital, una mejor experiencia para el cliente, el aprovechamiento del tiempo y un producto o servicio de calidad.
Veamos cuáles son los procedimientos que se emplean en esta filosofía:
Scrum
La palabra clave en este método es “agilidad”. Permite, rápidamente, implementar el trabajo colaborativo entre los miembros de diferentes equipos.
Se basa en la importancia de alcanzar conocimientos a través de experiencias y la autoorganización. Al mismo tiempo, se aprende a estructurar y gestionar el trabajo.
Tiene la ventaja de permitir realinear el software en cualquier momento, de acuerdo a los objetivos de la empresa.
El método Scrum promueve:
- Motivación;
- Innovación;
- Compromiso de todo el equipo;
- Desarrollo de capacidades.
Kanban
Kanban es una palabra de origen japonés que traducida al español significa “tablero con señales visuales”.
Surgió en la fábrica de Toyota en los años 40, cuando la compañía implementó un sistema de producción que denominaron: “justo a tiempo”.
Se centró en fabricar de acuerdo a la demanda de los clientes y no de la forma tradicional. De esa manera se creaba sin generar más gastos.
Sus principios establecen el uso de un tablero con tres columnas, en ellas se expone:
- Lo que hay por hacer;
- Lo que está en progreso;
- Lo que está hecho.
Aplicando estos tres principios, el método impulsa la gestión de las tareas hasta finalizarlas.
En tecnología, el método Kanban se empezó a implementar a principios del siglo XXI. Es efectivo, porque permite visualizar en todo momento el flujo de trabajo. Así, quienes participan en un proyecto están informados en tiempo real.
Con esta forma de desarrollo de software se fomenta la colaboración y comunicación de todo el equipo. Esto genera como resultado un proceso productivo más eficiente.
Agile
Se define como un desarrollo ágil de software. Su objetivo principal es mejorar la productividad y liberar la presión del flujo de trabajo.
Nació en el año 2001, basándose en la división del trabajo de manera organizada y flexible para que se ejecute más rápido.
Los ciclos de desarrollo de software se hacen en menor tiempo, porque deja atrás el tradicional método de cascada o waterfall en el que los proyectos se ejecutan secuencialmente.
Lo interesante del método Agile es que permite la incorporación de los planes Scrum y Kanban.
Su éxito radica en la aplicación de cuatro pasos básicos:
- Evaluación de la estructura empresarial y de los procesos empleados;
- Sugerencias para mejorar y optimizar los procesos;
- Diseño y aplicación del plan;
- Evaluación de los resultados.
Beneficios del DevOps
Las ventajas de aplicar DevOps en una empresa no se resumen a un logro meramente técnico, sino también organizativo y que se extiende a la satisfacción de los clientes.
Estos son los principales beneficios del DevOps:
- Ayuda a reducir los tiempos en la entrega de productos o prestación de servicios;
- Permite resolver los problemas de manera más ágil y en un lapso de tiempo menor;
- Mejora la utilización de los recursos disponibles;
- Aplica la automatización;
- Logra una efectiva visualización de los resultados obtenidos;
- Permite tener entornos de funcionamiento estables.
A estos beneficios, también hay que añadir que las empresas obtienen una mejor escalabilidad y dan pasos firmes en la innovación tecnológica como, por ejemplo, ir más allá y desarrollar aplicaciones híbridas.
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