¿No sabes cómo renunciar a tu trabajo? ¡Conoce aquí 10 consejos para retirarte de tu empleo sin quedar mal!

Si ya has pasado por esto por lo menos una vez en la vida, seguramente sabes a qué nos referimos. Sin embargo, si es la primera vez que vas a renunciar a tu trabajo, es importante que tengas en cuenta algunas recomendaciones para “salir por la puerta de adelante”, retirarte de la empresa en buenos términos y dejar una buena relación con los jefes o dueños de la empresa. Aquí te contaremos 10 consejos para hacerlo. ¡Toma nota y ponlos en práctica!

Asegúrate de tomar la decisión indicada. 

A la hora de renunciar, lo primero es tener mucho cuidado con cómo tomas la decisión. Si todo se da en medio de un momento de estrés o por una reciente discusión con tu jefe o grupo de trabajo, lo mejor es tomarte tu tiempo y pensar bien las cosas para que no te dejes llevar por las emociones. 

Si después de un tiempo todavía quieres renunciar, pero no estás seguro, haz un listado de pros y contras sobre tu actual empleo, e identifica cuáles son los motivos por los cuales deseas retirarte. 

Más adelante, también te contamos algunos elementos que te dirán cuándo es el momento indicado para renunciar. 

Prepara lo que vas a comunicar y sé honesto sobre las razones por las cuales te retiras.

Una vez que hayas tomado la decisión definitiva, prepara tus argumentos y sé completamente honesto sobre los motivos de tu renuncia. No dejes el momento al azar, pues podrías hacer comentarios hirientes o fuera de contexto.

Para ello, lo más usual es realizar una carta de renuncia, sin embargo, esto podría ser muy formal e impersonal, así que sería mucho mejor si, además de esa carta, te sientas con tu jefe y conversas con él sobre tus motivos.

Eso sí: tampoco te pases de honesto. Si te retiras de la empresa porque tu jefe no te agrada, probablemente sea mejor evitar ese tipo de comentarios negativos y buscar una manera más amigable y respetuosa de decirlo. 

Que tu jefe sea el primero en enterarse 

Asegúrate de que tu líder de equipo sea el primero en enterarse y que la noticia no le llegue por alguien externo o por los rumores en la oficina. Esto podría generar malestar en él y un mal clima laboral durante tus últimos días. 

Equivocarse es de humanos. Ofrece una disculpa. 

Renunciar a tu puesto de trabajo no está mal, sin embargo, si sientes que dejaste algunos procesos a mitad de camino o que no cumpliste con las expectativas puestas en ti, ofrece una disculpa honesta a tus jefes y deséales un buen futuro para sus negocios. 

Crea un plan de trabajo para entregar el puesto. 

Retirarse de un cargo también conlleva responsabilidades como entregar el puesto y terminar las tareas más inmediatas; hacer un informe final de actividades para los jefes y la persona que te reemplazará o, si es necesario, realizar el empalme con quien llegue a tu cargo. 

Para ello, te recomendamos hacer un listado de actividades y crear un plan de trabajo con fechas claras y comunicarlo a tu jefe o equipo de trabajo. De esa forma no quedarán tareas en el limbo.

¡Tómate el tiempo necesario!

Uno de los errores más comunes a la hora de renunciar es retirarse de un día para otro. Esto es supremamente negativo, porque afecta las operaciones de la empresa. Recuerda que la compañía necesita un tiempo para asumir el control de las actividades que venías desarrollando y encontrar a la persona que te reemplazará. 

Es por ello que lo más recomendable es avisar del retiro, por lo menos, con una semana de anticipación. Pero, si puedes hacerlo con más tiempo para conocer al nuevo miembro de equipo y tener un correcto empalme, mucho mejor. 

Prepara un informe final sobre la entrega del puesto.

Antes de irte, asegúrate de redactar un informe sobre las actividades que venías desarrollando, en qué estado quedan y cuáles son los siguientes pasos a seguir. De esta forma, la compañía tendrá claridad y se reducirá el margen de errores. 

También puedes aprovechar este documento para destacar los logros alcanzados durante tu tiempo en la empresa, así como todas las actividades desarrolladas en pro de la compañía. 

Organiza tu puesto y recoge tus artículos personales con prudencia. 

Inevitablemente, la renuncia de una persona tiene un impacto en el resto del equipo de trabajo, así que lo más recomendable es ser prudente con cada acción y comentario delante de tus compañeros, para no generar un mal ambiente. 

Por ejemplo, es preferible que organices tu escritorio y recojas tus elementos personales durante los momentos de descanso y no en horario laboral. También es recomendable retirarte al final de la jornada, junto con todo el equipo.  

Muéstrate optimista y feliz por el cambio (pero no exageres). 

Si estás tomando esta decisión por convicción, refléjalo. Todo es cuestión de actitud, así que si quieres salir por la puerta grande, muéstrate animado y seguro, pero sin exagerar. Porque, si lo haces, podrías enviar la impresión de que estás feliz de irte de esa empresa (aunque en realidad puede que sea así) y eso no es adecuado. 

Despídete el último día y mantente en contacto. 

Algunas personas prefieren evitar las despedidas durante el último día de trabajo. Sin embargo, esto podría mostrar que “quieres salir corriendo”. Lo mejor es tomarte tu tiempo para despedirte, por lo menos, a las personas de tu equipo de trabajo o con las que más compartirte. Por supuesto, también debes hacerlo con tus jefes. 

¿Sabes cuándo es el momento indicado para renunciar

Si sientes ganas de renunciar a tu puesto de trabajo pero aún no estás seguro, Carlos Muñoz, youtuber, conferencista y emprendedor, te invita a renunciar si “vives en una organización dictatorial, de jefes que te están limitando todo el tiempo”.  

Además, para que reflexiones un poco más antes de tomar la decisión, conoce cuáles son las señales que te indicarán si es el momento indicado de renunciar:  

  • Si ya tienes, por lo menos, el primer año en el puesto. Antes no es recomendable renunciar pues puede mostrar inestabilidad en tu hoja de vida. 
  • Si en la empresa hay constantes despidos o renuncias de compañeros de trabajo, pues el próximo podrías ser tú. 
  • Si hay alta rotación de los líderes y mal clima laboral. 
  • Si no te sientes conforme con tu puesto de trabajo, las funciones o el sueldo devengado.
  • Si después de un periodo de tiempo prudente no ves oportunidades de seguir creciendo. 
  • Si la pasión se fue, te sientes malhumorado todo el tiempo y haces las cosas por obligación. 
  • Si tienes un jefe que no valora tus habilidades e, incluso, te trata mal. 
  • Si no compartes la cultura de la organización. 
  • Si tu salud o tus relaciones se ven afectadas por la carga laboral o el estrés del día a día. 

¿Te sientes identificado con alguna de estas situaciones? ¿O tal vez con varias? Probablemente es hora de considerar la posibilidad de retirarte. Y si te decides, ten en cuenta cómo renunciar de tu trabajo sin quedar mal en el proceso. 

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