La historia detrás de Siri y su creador

 La historia detrás de Siri y su creador

En esta ocasión, preparamos para ti la historia de Siri y su creador. Veamos qué es Siri y cómo fue desarrollada hasta convertirse en uno de los asistentes de voz más populares de la actualidad.

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¿Qué es Siri?

Siri es el asistente de voz de la mayoría de los dispositivos Apple, incluyendo los iPhone, Apple Watch, iPad, Apple TV y Mac. Es el equivalente a Cortana de Microsoft, Alexa de Amazon y Google Assistant de Google.

A Siri se le puede realizar todo tipo de preguntas, desde consultas sobre el tráfico o el clima hasta sobre temas más complejos, como la cantidad de calorías que tiene un alimento.

¿Quién inventó Siri?

Sire, el primer asistente personal virtual que vio el mundo, fue creada por Adam Cheyer, uno de los pioneros en IA y actual director de Advanced Products and Research en VerticalNet.

Siri fue producida por Siri INC., una organización de tecnología e investigación sin fines de lucro donde Adam trabajaba como ingeniero de computación.

Siri fue comprado por la compañía de la manzana mordida en 2010 y fue incorporada a los dispositivos Apple ese mismo año.

Lo más interesante de la historia de la creación de Siri está en cómo se fue generando la vocación y luego se fueron formando las competencias de diseño de aplicaciones en la mente de su creador.

Siendo niño, a Cheyer solo le permitían ver televisión una hora a la semana, durante la cual devoraba los anuncios publicitarios de juguetes.

Sin embargo, cuando le pedía a su madre que se los comprara, ella se rehusaba y le daba en su lugar otros materiales con los que pudiera jugar, como pega, colores y cartones.

De esa forma, solamente con el poder de su imaginación, Cheyer desarrolló sus propias invenciones para jugar y distraerse.

Su segunda pasión era ser mago, y con los cartones que encontraba en la basura, construía las piezas necesarias para realizar sus actos de ilusionismo en las reuniones y fiestas familiares.

Adam Cheyer no sabía programar en un principio

Cuando ingresó en bachillerato, trató de formar parte de un club de informática, pero fue rechazado porque no sabía programar.

Cada semana los participantes recibían algunos ejercicios de programación para solucionar en una computadora, en media hora, y los ganadores se unían a un selecto grupo nacional.

Frustrado por no participar, recogía del basurero las anotaciones y preguntas que se habían tirado a la basura y se dedicaba a intentar comprender cómo funcionaba la programación.

En un par de semanas se presentó de nuevo y fue aceptado, y para el final de ese año obtuvo la puntuación más elevada de su equipo, además de ganar el campeonato anual del estado.

Ya se había hecho programador. Solo le faltaba el título, que consiguió en la Universidad de Brandeis.

Una IA más inteligente

Y volviendo a Siri, por décadas se había estado investigando el asunto de los asistentes virtuales.

Con Siri consiguieron integrar fácilmente tecnologías escalables con el fin de que cualquier desarrollador de aplicaciones y software fuera capaz de replicar la misma tecnología en otras áreas.

Los sistemas previos tenían la desventaja de ser demasiado directos y con muy pocas opciones, como “Puede seleccionar restaurante, tráfico, deportes, etc.”.

Además, los sistemas recibían y transmitían información proporcionada por las personas, pero como todavía no tenían la inteligencia suficiente para entender las preguntas que le hacían, las respuestas muchas veces eran absurdas.

Para solucionar el problema de la ambigüedad del lenguaje humano, se implementaron tecnologías de inteligencia artificial, y para el manejo de la información se utilizaron tecnologías de búsqueda de data geográfica, un framework para recibir información de diferentes proveedores, un sistema seguro de almacenamiento para la data personal, herramientas de lenguaje y muchas tecnologías más.

Siri no surgió de la nada

Aunque muchos piensan que la idea y la tecnología que dio vida a Siri salió de la nada, en realidad su primera versión se remonta al año 1993.

La idea que se tenía en ese entonces era crear un medio conversacional que interactuara con la información del mundo por medio de la tecnología.

En realidad, lo que comenzó como un prototipo de investigación se convirtió en un proyecto que duraría más de quince años y que eventualmente influenció (y continúa influenciando) la vida de miles de millones de usuarios.

La tecnología que hizo realidad a Siri requirió décadas de arduo trabajo para construir prototipos de asistentes conversacionales impulsados por IA.

Después de años de investigación, Cheyer se dio cuenta de que, para que Siri llegara a todo el mundo, necesitaba el espíritu empresarial. Y así comenzó su trayecto para llevar a Siri a los consumidores.

El origen de su nombre

La creación de Siri como un asistente que hiciera que la información fuera accesible, necesitaba un nombre convincente y acorde a esta idea.

Según Cheyer, su equipo quería un nombre humano y lo suficientemente exótico para llamar la atención.

Esto dio como resultado un proceso creativo que dio lugar a una larga lista de nombres, en la que Siri fue la primera opción por varias razones:

  • El proyecto anterior en el que había trabajado el equipo se llamaba Iris. Es decir, Siri al revés.
  • En noruego, significa ‘mujer hermosa que te llevará a la victoria.
  • En swahili, lengua africana hablada sobre todo en Tanzania y Kenia, significa ‘secreto’. Esta traducción fue especialmente importante porque Cheyer y su equipo querían crear algo sigiloso, sorprendente y, en definitiva, secreto. Una especie de pieza tecnológica mágica que conquistaría el planeta.

Siri no fue la única creación de Cheyer

Además de Siri, Cheyer ha creado más de cincuenta aplicaciones, entre las que se incluyen:

  • Neveras inteligentes que generan recetas y ordenan los ingredientes en línea para que sean entregados a domicilio.
  • Televisores que procesan instrucciones para controlar los electrodomésticos de la casa.
  • Equipos de multirrobots.
  • Espacios colaborativos de oficinas.
  • Sistemas para ser aplicados al área militar.

No hay límites en la implementación de las ideas. En palabras del propio Adam Cheyer: “Siempre haz más de lo que crees que puedas hacer”.

 

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